martes, 23 de agosto de 2011

TRANCA TÚ - Octavio Montiel





TRANCA TÚ 

No es por la palabra mesa,
 azote, di la verdad;
 es el término unidad
 lo que rompe tu cabeza .
 Y al volver con la fiereza
 de tus lugares comunes,
 reincides como día lunes
 odioso y repetitivo.
 Claro, tienes un motivo,
 y no es vaina de runrunes:

 Pues tú, que al país desunes,
 hoy ves con preocupación
 la inminente división
 de tus delfines y atunes.
 Esos mismos que reúnes
 con tu imantada chequera;
 pero que si estás afuera,
 se comienzan a morder
 para probar el poder
 cada uno a su manera.

 De modo que tu arrechera
 y el qué sé yo de una carta
 que la derecha o la cuarta
 le envió a potencia extranjera,
 no es más que la inventadera
 que te es propia en el pavor…
Coño, no hagas, por favor,
 que la sangre se me suba.
 Si le entregas todo a Cuba
 ¿quién, carajo es el traidor

 Otra vaina, dictador,
 aunque nunca se avergüence ,
 fue tu cúpula castrense
 la que cometió el error.
 Dijo sin ningún pudor
 que aquí ya no hay más opciones,
 pues tomaron decisiones
 de que seas su jefe eterno
 y te harán con el gobierno,
 con o sin las elecciones.

 Con estas declaraciones,
 dime tú qué hubieras hecho.
 Mínimo, salir arrecho
 y apuntando tus cañones.
 La Mesa expuso razones
 de una manera calmada
 y excusó a la Fuerza Armada
 que no aparece en tu foto,
 la que va a cuidar el voto,
 esa que no es camarada.

 Pero sientes la estocada,
 y eso se te nota, azote.
 Hay un peso en tu cogote
 que no te deja ver nada.
 Cada piedra colocada
 concatena una palanca,
 ésta, a su vez, cuando arranca,
 establece una estructura…
¡coño, que mano segura,
 ni po'el carajo se tranca!

 Octavio Montiel


No hay comentarios:

Publicar un comentario