domingo, 12 de junio de 2011

DOS CUENTOS PARA EL ESPÍRITU



“GRABADO EN PIEDRA”
Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto. En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro. Lastimado, pero sin decir nada, escribió en la arena: MI MEJOR AMIGO ME DIO UNA BOFETADA. Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse. El amigo que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó. Después de recuperarse, escribió en una piedra: MI MEJOR AMIGO HOY SALVÓ MI VIDA. El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó: Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra. ¿Por qué? El otro amigo le respondió: Cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vientos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra, donde ningún viento pueda borrarlo. “APRENDE A ESCRIBIR TUS HERIDAS EN LA ARENA Y GRABAR EN PIEDRA LO MEJOR QUE HACEN POR TI” dicen que toma un minuto en encontrar a una persona en especial; una hora para apreciarla; un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla.



“EL LIMOSNERO” 
Hubo una vez un limosnero que estaba tendido al lado de la calle. Vio a lo lejos venir al rey con su corona y capa. Y dijo: “Le voy a pedir, de seguro me dará bastante” pensó el limosnero y cuando el rey pasó cerca le dijo: “Su Majestad, ¿me podría por favor regalar una moneda?” aunque en su interior pensaba que el rey le iba a dar mucho. El rey lo miró y dijo: “¿Por qué no me das algo tú? ¿Acaso no soy yo tu rey?”…..el mendigo no sabía que responder a la pregunta y dijo: “Pero su majestad…. yo no tengo nada! El rey respondió: “Algo debes tener. ..Busca!” Entre su asombro y enojo el mendigo buscó entre sus cosas y supo que tenía una naranja, un bollo de pan y unos granos de arroz! Pensó que el pan y la naranja eran mucho para darle, así que en medio de su enojo tomó cinco granos de arroz y se lo dio al rey. Complacido el rey dijo: “Ves como si tenías!” Y le dio cinco monedas de oro, una por cada grano de arroz. El mendigo dijo entonces: “Su majestad… creo que acá tengo otras cosas”, pero el rey no hizo caso y dijo: “Solamente de lo que me hayas dado de corazón te puedo dar. ”



Nos negamos a darle a Dios los que nos pide, pues creemos que no recibiremos nada a cambio sin pensar en que Dios devuelve el 101%. No sé qué te pida Dios en este momento …….¿confianza?, ¿sencillez?, ¿humildad?, abandono en su voluntad?…. No lo sé, solamente sé que por lo que le des te devolverá mucho más…..y recuerda, no darle solamente unos pocos granos….dale todo lo que tengas y de corazón.

Bendiciones para todos mis amigos.


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